domingo, 15 de mayo de 2016

Monedas españolas de personajes que no llegaron a reinar: Beatriz, esposa de Juan I de Castilla, pretendiente a la corona de Portugal (1383-1385*).

Monedas españolas de personajes que no llegaron a reinar: Beatriz, esposa de Juan I de Castilla, pretendiente a la corona de Portugal (1383-1385*). Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 58(1102) (Noviembre, 2002): pp. 48-49.

Miguel Ibáñez Artica.

      El 18 de mayo de 1383, contraían matrimonio en Badajoz, el rey de Castilla Juan I y Beatriz, hija única del monarca portugués Fernando I, quien fallecería cinco meses después. Según los acuerdos matrimoniales, tras la muerte Fernando,  Beatriz sería coronada como reina de Portugal. Sin embargo, Juan Maestre de Avis, hijo ilegítimo del monarca portugués Pedro I (1357-1367) organizó una revuelta, proclamándose rey de Portugal con el nombre de Juan I.


Figura 1.- Efigie de la reina Beatriz de Portugal, en su sepulcro de Zamora.

     A partir de este momento, se produce un enfrentamiento entre los dos monarcas con el mismo nombre y numeral, Juan I, de Castilla contra el de Portugal. En 1384 el castellano se adentra en territorio lusitano poniendo cerco a Lisboa, pero su poderoso ejército es derrotado por los portugueses en la batalla de Aljubarrota (14 de agosto de 1385), dejando libre el camino al nuevo monarca que inaugura la segunda dinastía lusitana que se mantendrá hasta la fusión con España en 1580 bajo el reinado de Felipe II (I de Portugal).

     En este contexto,  probablemente cuando el monarca castellano invadió Portugal instalando su base de operaciones en Santarem (entre enero y octubre de 1384), se acuñaron reales de plata a nombre de su esposa Beatriz, como legítima heredera del trono. Estas raras monedas, de las que se conocen unos pocos ejemplares (dos piezas en Madrid, una en el Museo Arqueológico Nacional y otra en el Museo de la Casa de la Moneda, y al menos un tercer ejemplar en una colección particular) presentan en una cara de la moneda, el busto coronado de la reina entre las letras S y A (indicativas del lugar de emisión de la moneda: Santarem) y las leyendas: “DOMINVS:MICHI: ADIVTOR: ED:EGO:DISPI” en la orla exterior, siguiendo la frase en la interna: “+CIAM:INIMICVS:DOOMINVS: MI”. La otra cara de la moneda muestra los escudos de Castilla y Portugal cuartelados, rodeados por la leyenda: “+BEATRICIS:D:G:REGINA:CASTELE:ED: POR” (con diferentes variantes en la terminación de la leyenda, es decir se realizaron al menos tres emisiones con cuños distintos). La leyenda de la primera cara ya se había utilizado en las monedas de Pedro I de Castilla y León, manteniéndose en las emisiones de Enrique II, Juan I  y Enrique III, y la curiosa forma de romper la leyenda en dos partes, la primera en la orla externa y la continuación en la interna, aparece también en los reales de Juan I de Castilla.


Figura 2.- Real de plata de Beatriz de Portugal acuñado en Santarem.

     Resulta significativo que en las mencionadas monedas no se haga alusión alguna al monarca castellano, a pesar de que lógicamente toda la fuerza de las reivindicaciones al trono de Beatriz, estaba precisamente en el poder de su marido como rey de Castilla y León. Ello se debía a que la pretendiente al trono (la princesa Beatriz) tenía en Portugal numerosos aliados y seguidores que  no verían bien en esos momentos la inclusión del monarca castellano en la moneda, ya que tradicionalmente el poderoso reino de Castilla constituía una permanente amenaza para la independencia de Portugal. Sin embargo, Juan I  de Castilla también acuñó en Zamora unos raros cornados titulándose “IOAN ISREX +LEGIONIS: PPORTOG:”, es decir que mientras Beatriz figuraba en las monedas como reina de Castilla y Portugal, su marido lo hacía como rey de León y Portugal.


Figura 3.- Cornado de Juan I de Castilla titulándose rey de Portugal (según A. Orol, 1974). Al fondo representación medieval de la batalla de Aljubarrota (1385).

     Nos encontramos en este caso con unas curiosas monedas, que nos ayudan a comprender mejor la turbulenta historia de unos años de continuas reivindicaciones y enfrentamientos bélicos entre reinos vecinos. La rareza de estas piezas (que contribuye a su elevada cotización en el mercado numismático) se explica fácilmente si pensamos que fueron acuñadas en unos momentos muy concretos, respondiendo a unas reivindicaciones coyunturales que al final no llegaron a cuajar.



(*) Habría que matizar, con respecto al título del presente artículo que Beatriz reinó en Castilla y León, como reina consorte, pero no lo llegó a hacer en Portugal aun siendo la legítima heredera al trono.

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