domingo, 1 de noviembre de 2015

Monedas de piedra de la isla de Yap

Monedas de piedra de la isla de Yap. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 68(1211) (Octubre 2012): pp. 44-45.
Miguel Ibáñez Artica.

            Aunque el remoto archipiélago de las Carolinas en el Pacífico Sur, fue descubierto en 1526 por el explorador español Álvaro de Saavedra, no fue hasta 1686, cuando Francisco de Lezcano arribó a la isla de Yap, y lo bautizó con el nombre de “Las Carolinas”, en honor al rey Carlos II. Durante más de dos siglos, las islas estuvieron incorporadas, al menos teóricamente, a la corona española, hasta que su conservación no tuvo sentido, tras la derrota contra Estados Unidos y la pérdida de las Islas Filipinas, siendo vendidas a Alemania en 1899 –junto con las Marianas y Palaos- por veinticinco millones de pesetas (Figura 1).


Figura 1.- Publicidad alemana de comienzos del siglo XX y grabado en madera mostrando el proceso de transporte de las piedras.

            Dentro de este archipiélago encontramos la isla de Yap, uno de los cuatro Estados Federados de Micronesia, independiente desde 1985, con una extensión de unos cien kilómetros cuadrados y poco más de seis mil habitantes, que a pesar de su pequeño tamaño es mundialmente famoso por poseer las “monedas” más grandes y pesadas del Planeta (Figura 2).


Figura 2.- Fotografía de 1880 y grabado de la misma época mostrando las piedras-moneda de Yap.

Estos gigantescos discos de piedra, con un orificio central para facilitar su transporte, han constituido un tradicional tipo monetarios utilizado por los habitantes de Yap como símbolo de riqueza, y como moneda importante de uso específico (p. ej. como dote matrimonial, herencia, o para sellar la amistad entre dos grupos vecinos), aunque también, los ejemplares más pequeños se han utilizado como moneda económica para pagar equipos de pesca, canoas, cerdos, fiestas y danzas. Además de estas monedas monumentales, se utilizan monedas-concha fabricadas con madreperlas (yar) o con espóndilos importados (gau). En la actualidad, se sigue empleando el tabaco y los “lava lava”, por parte de los habitantes de las islas cercanas, para adquirir medicinas, arroz y otros alimentos, o al realizar gestiones administrativas en Yap. 

Las grandes monedas de piedra, de hasta 4,5 metros de diámetro conocidas como “rai” o “fei” en Yap, se extraían en la vecina isla de Palau donde recibían el nombre de “balang”, transportandose en frágiles canoas, o posteriormente en embarcaciones comerciales europeas, a distancias de más de 400 Km. Las referencias más antiguas al uso de esta singular moneda datan de los informes del capitán Andrew Cheyne en 1852, personaje que vivió en Palau, comerciando en la zona entre los años 1841 y 1844. En 1871, todavía bajo la dependencia española, el capitán americano David Dean O´Keefe naufragó en Yap(1), y utilizando un antiguo junco chino se dedicó a transportar a los trabajadores de las canteras de Yap a Palau, y las piedras talladas en sentido inverso, cobrando el transporte en copra (pulpa de coco desecada) y holoturias (equinodermos marinos), que enviaba a los puertos asiáticos donde dichos productos tenían gran demanda, obteniendo así pingües beneficios. De esta forma se intensificó la producción y hacia 1880 unas 400 personas de Yap trabajaban “fabricando moneda” en las canteras de Palau. La introducción de herramientas metálicas y la utilización de modernos sistemas de transporte, trajo consigo  una inevitable “depreciación” de la moneda, que dejó de producirse en cantidad a finales del siglo XIX, si bien la última de la que se tiene constancia fue fabricada en 1931 y llevada a Yap el años siguiente, siendo destruida por los japoneses durante la guerra.


Figura 3.- a: Danza ritual a comienzos del s. XX; b: Escena de la película “His Majesty O’Keefe” donde se muestra el proceso de fabricación de las piedras; c: Transporte de las piedras en el festival del año 2011.

De esta forma al comienzo de la segunda Guerra Mundial se contabilizaban 13.281 discos de piedra en Yap, cifra que disminuyó drásticamente en el transcurso de la contienda, quedando reducida a menos de la mitad (unos 6.000) en la actualidad. El valor de dichas “monedas” depende de su tamaño y de los riesgos padecidos en su traslado, así una pieza de menor tamaño puede tener mayor valor si en su transporte falleció alguna persona.

En 1988 se inició un proyecto de investigación de la Universidad de Oregón (USA) en colaboración con las instituciones locales, con el fin de establecer la antigüedad de las canteras de aragonito -mineral de carbonato cálcico-, de Palau de donde se extraían dichas monedas de piedra, y entre 1999 y el 2000 se hallaron 15 discos en diferentes estados de elaboración, asociados a restos cerámicos, conchas y huesos, con una antigüedad de unos 400 años, lo que coincide con las tradiciones orales sobre el momento de introducción de este singular tipo monetario, es decir más de dos siglos antes del contacto efectivo con los occidentales.

            Actualmente, las monedas de piedra constituyen el símbolo nacional de identidad de la Isla, y son un elemento esencial de atractivo turístico. Las mayores que se conservan alcanzan un diámetro de más de cuatro metros superando las cinco toneladas de peso. Todavía cambian de dueño durante algunas transacciones sociales, como herencias o matrimonios, pero aunque su propietario cambie, la piedra se mantiene siempre en el mismo lugar.

Notas:

(1) La aventura del capitán  O´Keefe en la isla de Yap, interpretado por el actor Burt Lancaster, fue llevada al cine en la película “Su majestad de los Mares del Sur” (1958).

Bibliografía:

Fitzpatrik, S.M., 2002. A Radiocarbon Chronology of Yapese Stone Money Quarries in Palau. Micronesica 34(2): pp. 227-242.
Gilliand, C.L.C., 1975. The Stone Money of Yap: A Numismatic Survey. Smithsonian Studies in History and Technology. 23: 75 pp.
Kuwahara S. 1999. Tourism, tradicional culture and autonomy in a small island: Yap faces a new Millennium. Koroshima Univ. Rech. Cent. Pacific Islands. Occ. Pap. 34: pp, 15-24.

Lautz, T., 2004. The Wold’s most curious Money?. 11th Annual Meeting of the Int. Com. Money and Banking Museums ICOMON. Seul: pp. 105-127.

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